Detección:

Cuando hay indicios de la existencia de Termitas, es necesario realizar una exhaustiva inspección de los edificios. Principalmente: sótanos, plantas bajas y rincones.
Es también conveniente observar la posible existencia de enjambres, o restos de las alas que quedan en el suelo o en ventanas después la enjambrazón o vuelo nupcial.
Es también conveniente mirar detrás de los muebles, sobre todo si hay humedad. Prestar atención especial a la madera.

Detección en la madera:

Pueden “atacarla” formando galerías sin salir al exterior, dejando intacta una ligera capa externa, solamente la pintura.
Al inspeccionar la vivienda, se ha de golpear la madera y si suena como hueco, se agujerea con una pequeña barrena para cerciorarse. Si sale una especie de serrín, significa que hay Termitas. Éstas, tapan las galerías con excrementos y restos de la madera amasados con saliva. La madera atacada por las Termitas tiene el aspecto de librillo de hojas entreabiertas que hacen aprovechando las partes más blandas de la misma. Otras veces construyen cordones con la misma sustancia utilizada para tapar las galerías, con el fin de trasladarse de un lugar a otro, en busca de nuevas fuentes de alimentación. Al detectar estos canales es aconsejable realizar pequeños cortes para comprobar si la infestación es activa o no, y observar si existen Termitas en su interior.

¿Cómo pueden las Termitas infestar un edificio?:

Las Termitas viven en el subsuelo, de ahí progresan a los edificios, en busca de materiales celulósicos, para su alimentación. Las maderas de estos, constituyen su mayor fuente de alimentación. Cuando las paredes y muros de los edificios imposibilitan su progresión, construyen canales de progresión para protegerse en su avance.
Una de las causas más importantes que propician la expansión de las Termitas son:

• Construcción sobre terrenos aplanados con ruinas infectadas
• Introducción en un edificio de leña o de madera con Termitas.
• La posible instalación de una pareja de alados en un momento determinado.

Una vez que se ha formado un nido de Termitas, es muy difícil detener su expansión.
Pensemos que sólo unas cincuenta obreras pueden formar una nueva colonia, ya que las obreras alejadas de la influencia de la feromona de la reina, se transforman en reproductores suplementarios.

Métodos de actuación contra las Termitas:

Existen diferentes métodos de actuación para el control de Las Termitas:

• Durante años se ha utilizado el sistema de barrera química. Mediante la impregnación de productos químicos en suelos, muros y elementos de madera estructural. La utilización de bioquímicos es una alternativa muy eficaz. Con la ventaja añadida de no cometer riesgos ecotoxicológicos, al tratarse de un tratamiento inocuo y dirigido.
• En preconstrucción, en una viga se puede plantear el tratamiento mediante autoclave.
• Para una viga en servicio, sería necesario las válvulas de retención que permiten el tratamiento de prácticamente todo el volumen de la madera.

Tratamientos:

Con método de válvulas de retención:

En la perforación de la viga cada 30-40cm con una profundidad de ¾ del canto del elemento. Tratar la perforación mediante las válvulas de retención con una inyección del producto protector. Consiguiendo un reparto lo más homogéneo posible del protector. Estas aplicaciones han de ser realizadas por personal especializado. Así, durante su actuación detectan cual es el estado de la estructura, proporcionando una valiosa información al facultativo sobre les necesidades de refuerzo y descubriendo daños ocultos hasta el momento de la intervención.

Método de lucha bioquímico:

Termigard es un sistema completo y definitivo basado en un método alternativo de lucha. Consta de unos cebos de ingestión formados por un soporte celulósico de extraordinaria apetencia y atracción para las Termitas. Instalados en estaciones de control que interfieren en áreas de actividad de la Termita. Estos soportes previamente han sido impregnados uniformemente con un biocida.

Biocida:

Los efectos del biocida actúa en el organismo biológico de las Termitas, mediante sus hábitos de alimentación logrando la eliminación total de la colonia. Los principios activos de estos cebos se les conocen como IGR’s, inhibidores de la síntesis de la quitina. Son moléculas sintetizadas en laboratorio de gran persistencia y durabilidad que no afectan al ecosistema. Estas hormonas sintéticas impiden la producción de la quitina, molécula básica para el desarrollo del esqueleto de la Termita, alterando y dificultando el proceso de muda de la termita que la debilitará frente a sus depredadores naturales. Las Termitas adultas no se verán afectadas por el biocida, aunque habrán desarrollado un trabajo importante en la distribución del principio activo por toda la colonia. Una vez extinguida, la Reina no podrá ser atendida, ni alimentada, pereciendo por inanición.

Instalación del sistema Termigard:

El sistema es eficaz en cualquier tipo de construcción, sea en espacios urbanos compartidos o en amplias áreas rurales. Su mayor ventaja es su bajo efecto eco-toxicológico. Convirtiéndolo en un método de trabajo muy seguro en espacios de máxima seguridad.

Elementos que componen el sistema Termigard, portacebo de interior:

En el interior de los inmuebles se colocan los Portacebos específicos para pared, marcos y otros elementos de madera. Consisten en una caja rectangular provista de una esponja interior, para ser humedecida y de un kit de fijación a la pared.

Dimensión del portacebos:

153 X 83 X40 mm

CEBO LAMINADO

Impregnado Cebo de celulosa impregnado con el ingrediente activo en láminas anchas o estrechas. Las láminas anchas sobre están concebidas para su utilización en el Wall Box (portacebos de interior o de pared). Las láminas estrechas están diseñadas para su utilización en los subportacebos y en los portacebos de suelo. Los cebos están presentados en flow pack’s aluminizados con dos bolsitas interiores, para preservarles de agentes externos.

CEBO EN POLVO

Polvo impregnado de diflubenzuron en bolsitas de 50 gr.

Se trata de un polvo especial para mojar con agua y hacer una pasta destinada a mejorar las conexiones o los contactos con las Termitas. Puede ser utilizado en cualquiera de los dispositivos, portacebos pared y suelo y subportacebos.

Programa de actuación:

Antes de poner en marcha el sistema Termigard, es necesario hacer una primera inspección del lugar infestado. Así, se determina el programa de actuación que mejor convenga en cada caso. El programa tendrá una duración de 3 a 5 años, como mínimo 30 inspecciones que se establecen en 4 etapas:

ESTUDIO

Mediante detección .

INSTALACIÓN

La instalación se puede realizar en cualquier periodo del año, para obtener resultados inmediatos es mejor realizarlo en primavera.
Los Cebos deben ser instalados especialmente en aquellas superficies donde se hay abundante actividad.
En espacios exteriores se aconseja instalar los portacebos, en el perímetro del edificio a 3’5 metros entre ellos y un máximo de 1 metro de distancia al edificio afectado. En el caso de utilizar estaciones, la distancia puede ser a un máximo de 5 metros.
Los interiores, sólo se instalarán cebos en aquellos lugares donde se detecte presencia de actividad.

CONTROL

Una vez instalados los portacebos, interior o exterior, diseñado el calendario de revisiones, decidiremos que tipo de cebo queremos emplear según las características del terreno y las preferencias del técnico TCO. En el caso de los portacebos de pared se podrá actuar directamente con los cebos biocidas, por la obviedad de la presencia de la termita.
La primera captura o conexión, nos permitirá ajustar los parámetros de actuación y confirmar el ratio de actividad. Con ello se establece la periodicidad de los controles y así completar el ciclo del primer año.

ELIMINACIÓN DE LA COLONIA

A lo largo de las diferentes visitas realizadas, observaremos unos meses de mucho consumo y progresivamente irá disminuyendo. Esto es debido a que las Termitas se están contaminando cada vez más y van muriendo, es decir, el final de la colonia se aproxima.
1. Disminución de la actividad y movimiento de las Termitas, hasta su ausencia total.
2. Ausencia de enjambrazones
3. Incremento del porcentaje de soldado con respecto a las obreras.
4. Presencia de neoténicos, de ácaros y de cadáveres de soldados en las estaciones o portacebos.

Una vez constatada la eliminación, los portacebos interiores pueden ser desinstalados.

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